Nacido en Macerata, en los Estados Pontificios (actualmente en Italia), Matteo Ricci, en 1571, pasó a formar parte de la Compañía de Jesús. Fue alumno del también jesuita Cristóbal Clavio, con quien estudió matemáticas y astronomía. En 1577 continuó sus estudios en la Universidad de Coímbra. Ese año solicitó formar parte de una expedición misionera a Asia, y en 1578 se embarcó desde Lisboa con destino a Goa, enclave portugués en el este de India. Nunca volvería a Europa.

Ricci pasó dos años en Goa, donde en 1580 se ordenó sacerdote. En 1582 viajó a China, llegando a Macao, también territorio portugués, el 7 de agosto de 1582. Entró en China, entonces bajo el gobierno de la dinastía Ming, ocultando su intención de propagar una religión extranjera. Se instaló en la ciudad de Zhaoqing, provincia de Cantón, donde se dedicó a un estudio intenso de la lengua china. Allí elaboró el mapa Kunyu Wanguo Quantu, un mapamundi basado en los conocimientos cartográficos europeos. Este mapa fue la primera obra cartográfica en China que incluía territorios de Europa, África y América.

En 1589 se vio obligado a abandonar Zhaoqing, instalándose en Shaozhou, también en Cantón. Allí enseñó matemáticas a intelectuales chinos, que de esta manera entraron por primera vez en contacto con la tradición matemática europea.

Su actividad misionera comenzó a tener éxito, y su conocimiento de la ciencia europea le dio fama en la zona. Además, Ricci adoptó la forma de vestir china, e intentó una adaptación del cristianismo a la realidad china. Esta actitud fue una fuente de conflicto con el Vaticano, que veía con reticencia cualquier intento de adaptar los ritos a las costumbres chinas en la evangelización de China. Ricci fue quien acuñó muchos de los términos cristianos utilizados aún hoy en día por los cristianos chinos.

En 1595, ansioso por llevar el cristianismo a toda China, Ricci se instaló en Nanchang, provincia de Jiangxi. Aunque había intentado establecerse en la capital Ming, Pekín, no le fue autorizada la entrada, y permaneció primero en Nanchang y después en Nankín hasta el año 1601, cuando el emperador Wanli, habiendo oído las historias sobre el sabio europeo, le convocó a la corte imperial. Matteo Ricci vivió en Pekín hasta su muerte en 1610.

Su intensa labor en China supuso el mayor intercambio cultural entre Europa y China hasta aquel momento. Gracias a Ricci, los conocimientos técnicos, matemáticos y cartográficos de Europa entraron en China, y fue él quien fundó las primeras comunidades católicas en el país. Ricci llegó a escribir con fluidez en chino firmando obras sobre religión. También participó, junto al matemático chino Xu Guangqi, en la primera traducción al chino de los Elementos de Euclides. Los escritos de Ricci sobre China aumentaron el conocimiento sobre este país en Occidente. Durante algún tiempo no estuvo claro en el mundo occidental si la «China» de la que hablaba Ricci era el mismo país que el «Catay» de los relatos de Marco Polo.

Para conocer mejor sobre la apasionante vida de este jesuita, recomendamos el libro de Michela Fontana, Matteo Ricci. Un jesuita en la corte de los Ming, Mensajero, Bilbao 2017. 

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